Con algo de adelanto, pues nació el día dos de Enero, vino al mundo mi anhelado Gaspariño (Fragrant Wells y Etoile Enchantee). De momento, los potros están naciendo con el sexo deseado, incluso con las exactas pinceladas de blanco en sus caras, tal y como los imaginaba en mis sueños. Las fotos están hechas al segundo día de nacer. Con menos de 48 horas de vida, Gaspariño salió al prado y casi choca conmigo. Los foals de pocos días, apenas pueden ver y se guían más por el olfato, el oído y el tacto, que por la vista. Sobre todo siguen a sus madres allí donde ellas van, aunque les suponga un enorme esfuerzo con sus todavía atrofiados músculos y sus articulaciones blandas como la nata. La madre estaba espléndida tras el nacimiento, con el pelo casi de verano, brillante, rebosando salud. Tras un año vacía, Etoile Enchantee ha dado a luz a un potro perfecto que se mueve de maravilla. Un criador no puede pedir más, tras la ansiedad de los días de espera.
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