jueves, septiembre 28, 2006

NO SOMOS TAN MALOS ( Injustas Subastas)


Por: Orígenes

NO SOMOS TAN MALOS
(Foto de WAGON MASTER)

El pesimismo es uno de nuestros peores enemigos, sobre todo en estos años en los que presuntamente nuestro Turf debería consolidarse. Pero en las subastas del pasado fin de semana, nuestros sufridos criadores cosecharon unos resultados muy lejos de lo esperado, por lo que me veo obligado a dejar constancia de ello y avisar de los riesgos que a largo plazo ello supone. Los propietarios no recibieron nada bien en su estreno a los potros de Wagon Master, Sorceus y Denver County. Hay que hablar de fracaso en la subasta realizada por la mañana por la Asociación de Criadores. La de la tarde, organizada por la agencia ZRAQ, estuvo bastante más animada, con un mayor porcentaje de productos vendidos y un precio medio aceptable, aunque todos esperábamos más en base a los orígenes, así como por el físico que presentaban muchos de los lotes.

Los hijos de sementales extranjeros, se vendieron mejor que los de padre estabulado en España, algo perfectamente normal, siempre que la diferencia de precio no sea abismal, y eso por desgracia fue lo que sucedió. No seré tan inocente, como para creer que por ejemplo, Denver County es mejor semental que Montjeu, pero yo había estimado un previsión de remate para cada lote que la realidad me hizo trizas. Mi opinión es que en el origen de un potro, la calidad de su madre supone siempre más del cincuenta por ciento, de ahí para arriba. Por escaso que sea el aprecio de los compradores hacia el semental con que fue cubierta, los hijos de una buena yegua siempre deberían alcanzar precios altos. Que una propia hermana de la ganadora del Gran premio Nacional de este año no se venda, o que la medio hermana de una dos años tan prometedora como Sarayah no alcance un precio suficiente para ser adjudicada, supone no trasladar los éxitos que se producen en la pista al anillo de ventas, lo cual desmoraliza a cualquier criador.

Así que de acuerdo a mi análisis previo, las subastas han sido incoherentes, injustas en muchos casos y sobre todo, han provocado pérdidas en los criadores de productos nacionales, muy difíciles de asumir. Esto les lleva a considerar si realmente merece la pena tanto esfuerzo, ante una respuesta tan tibia por parte de los propietarios.

El mundo del Turf, no es solo el hipódromo y sus días de carreras. Queda muy bonito decir que por cada caballo en entrenamiento, se crean cinco o siete puestos de trabajo, pero hay que indicar que eso es cierto, siempre y cuando los productos sean ejemplares nacionales, pues de no ser así, parte de esos empleos se crearán en Francia, Irlanda o allí en donde se hayan criado los caballos. Si lo que pretendemos es convertir nuestros hipódromos en una sucursal de la cría Europea por encima de los Pirineos, no vamos por mal camino. Pero ese no es el concepto que yo tengo del Turf. Hay que apostar por la calidad, y ahora mismo está claro que gran parte de la simiente hay que comprarla fuera, pero una cosa es adquirir la semilla con objeto de plantarla en nuestro suelo para recoger una cosecha propia, que traer de fuera el grano ya metido en el saco listo para el consumo.

Si el programa de carreras no incita a los propietarios a comprar productos nacionales, el frágil entramado de yeguadas que ahora se está forjando, se irá a pique sin remedio. Se echan en falta las primas al criador y al propietario que en otros tiempos hubo, y que en países como Francia son sustanciosas. En las actuales condiciones y con el resultado obtenido en las pasadas subastas, criar en España ha pasado a convertirse en una tarea de héroes o de locos; yo creo que ambas cosas a la vez.

Los aficionados no solo queremos acudir los domingos al hipódromo, apostar y obtener ganancias, divertirnos y disfrutar con el espectáculo. Desde el punto de vista deportivo, deseamos que un día no demasiado lejano, ejemplares nacidos y criados en España, compitan de tu a tu en las pruebas de relumbrón europeas. Y eso nunca será posible si no se producen las condiciones precisas para criar con un mínimo de rentabilidad. Hay que modificar el programa de carreras y muchas otras cuestiones, si no queremos que nuestro turf sea como un árbol, todo tronco y ramas, sin a penas raíces.

Algunos tienen un gran complejo de lo nacional, y se ponen de rodillas ante algunas mediocridades que nos vienen de fuera. Botón de muestra: El domingo posterior a las subastas pude asistir a la disputa de las seis carreras. El total de participantes fue ochenta y dos (82). Los nacionales fueron veintidós (22) es decir, tan solo el 27% del total. Pues bien, de las seis carreras disputadas, dos fueron ganadas por los nuestros. En la primera se impuso FIJAR LAND, que por cierto pagó 80 a 1, hija del despreciado y ya fallecido semental Fijar Tango. En la subastas del sábado, nadie pujo un euro por la última hija de este semental: CACHARELA. En esta carrera había vástagos de Poliglote, Arazi, Soviet Star, Indian Lodge, Ashkalani, etc. Si todos los participantes de esta carrera se hubiesen subastado hace un año en España, de acuerdo con la tendencia actual, probablemente la ganadora del domingo habría sido una de las menos apreciadas. Por cierto, en el handicap primera parte de la última jornada se impuso ZAID, con el top de la escala, un castrado nacional de cinco años por Sharp n´Early y Port Said, hija ésta de El País. Y es que, pese a que algunos piensen y a otros les interese hacérnoslo creer, no somos tan malos.

jueves, septiembre 21, 2006